Ganaderos y arrieros
La principal actividad económica de la comunidad vaqueira, como su propio nombre indica, es la ganadería vacuna. Esta práctica constituía el principal sostén de una sociedad rural autosuficiente cuya principal fuente de ingresos es la venta de leche y terneros. Los vaqueiros asturianos al igual que los pasiegos cántabros y los vecinos maragatos leoneses, ejercían una ganadería de tipo trashumante que se fundamentaba principalmente en el ganado vacuno y que trajo consigo actividades como la arriería y trajinería que aparecen asociadas a los vaqueiros desde tiempos inmemoriales.
La trajinería practicada por los vaqueiros en tierras de León y Asturias permitía obtener unos ingresos muy importantes con los que poder adquirir el maíz y el lino que no crecía en sus tierras. La braña no produce ni es capaz de producir lo necesario para la vida así es que muchos vaqueiros formaron recuas y se dedicaron al transporte de mercaderías a las poblaciones del interior, y al alquiler de sus mulas para largos viajes hasta incluso Madrid, viaje que se hacia en trece días desde Argumoso (Valdes).
Junto a las vacas, los vaqueiros tienen mulas y caballos (entre 3 y 5, normalmente), muy preciados por ellos, mejor tratados incluso que las vacas, pues obtenían de ellos las mayores riquezas y permitía disfrutar de mayores rentas al reston de población asturiana, lo que sin duda granjeó las envidias y discriminaciones sufridas en tiempos de la Edad Media. Poseían buenas recuas de animales, lo que junto a su conocimiento de las vías de comunicación entre Asturias y León, la abundancia de pastos en sus tierras y la necesidad de obtener recursos económicos con los que subsanar la falta de producción agrícola de sus comunidades, les llevó a desempeñar con asiduidad y con provecho estas actividades que fueron pioneras en el desarrollo del comercio y el transporte en Asturias con el resto de España.
Así, los vaqueiros desempeñaron un papel importantísimo en el comercio entre Asturias y Castilla. Llevaban manzanas, castañas, pescado en salazón… a Castilla; comprando para su venta en Asturias centeno, lino, patatas, vino… Con las ganancias así obtenidas podían comprar el maíz en el que basaban fundamentalmente su dieta basada en la harina de maiz con las que se preparaban las pulientas. Este comercio interregional era propio del verano (arriería), cuando los pasos de la Cordillera estaban libres de nieve. En invierno se dedicaban al comercio dentro de Asturias (trajinería), poniendo sus recuas al servicio de madereros o carboneros, entre otros, completando su actividad ganadera.
El comercio, la arriería y la trajinería son actividades que otorgan al colectivo vaqueiro ciertos visos de modernidad económica y prósperidad, lo que fue motivo de envidias en las aldeas xaldas y una nobleza que contó con el apoyo de la Iglesia católica a instancias de quienes trataban de acaparar las tierras de los hombres y mujeres libres de Asturias. La nobleza utilizó a la Iglesia para aislar a los vaqueiros a los que recriminaba duramente las actividades y formas de vida, sancionando con la marginación y el aislamiento del colectivo pese a pagar estos los diezmos en las alzadas y en las brañas de la costa. Las familias privilegiadas (nobles, señores, etc...) fueron los creadores de los injuriosos orígenes atribuidos a los brañeros y contribuyeron eficazmente a mantenerlos y divulgarlos, de forma, que arraigaron fuertemente ante la población asturiana. De hecho, la nobleza consiguió sus fines y arrebató las propiedades centenarias de los vaqueiros con falsas escrituras y con la participación de los monasterios de Corias y Obona.
De hecho, lo primero que hicieron es crear leyendas que pusieran en cuestión la procedencia de los vaqueiros pese a estar demostrado que los vaqueiros son el colectivo más primitivo en el origen poblacional de aasturias y que ha permanecido inalterado en sus costumbres y genética hasta mediados del siglo XX. La nobleza y la Iglesia consiguieron que existieran muchas rencillas entre vaqueiros y xaldos. En San Martín de Luiña, importantísimo núcleo de población en tiempos no muy lejanos, es en la actualidad uno de los puntos claves de la historia vaqueira. Antiguamente, en muchas de las iglesias en donde abundaba la población vaqueira, se colocaba en el suelo o en una viga del techo una inscripción en la que se señalaba la prohibición de que los vaqueiros se colocaran en la parte delantera del templo. En el pavimento de la iglesia de San Martín de Luiña, se puede leer todavía la inscripción en la piedra del suelo “no pasan de aquí a oír misa los baqueros”.
La Zona Occidental posee una renta media de 11.939 € lo que nos permite clasificarla, de acuerdo con los criterios comúnmente establecidos∗, como una renta media baja en la medida que se encuentra más próxima al umbral de corte de la rentas bajas que al de las altas, al respecto hay que tener en cuenta que la renta regional media es de 12.198 €. Esta circunstancia viene motivada por el importante peso que aún tienen hoy las rentas primarias. La Zona Occidental aporta al total del empleo regional un 12,5 %, 50.875 puestos de trabajo de los que un 20,7% corresponden al sector primario, un 28,9 % al secundario y 50,5 % al sector servicios, lo que nos permite hablar de una estructura productiva Diversificada Secundario-Terciaria, en la que el peso de las actividades primarias es todavía importante (20,7%), cuadruplicando el valor a la media regional. El occidente asturiano presenta una estructura económica sin especialización alguna, en el que los sectores tradicionales de su economía, la ganadería y la minería en los concejos del sur occidente, han ido cediendo paso al sector terciario, que va ganando peso y diversificando la misma.
Lacteas
La economía del Occidente de Asturias se basa principalmente en la ganadería vacuna si bien existen importantes explotaciones lácteas, las hay también de carne, destacando Tineo y Allande. La madera es fuente de recursos y germen de pequeñas empresas que cuentan ya con una tradición, que se van modernizando y adaptando, así como las de nueva creación: aserraderos, empresas de transformación, secado de la madera, carpinterías, etc… En definitiva, microempresas diseminadas por todo el territorio que confieren un importante valor añadido a esta materia prima.
Las empresas agroalimentarias, de embutidos constituyen un verdadero subsector en la economía y Tineo es el municipio donde se encuentran la mayor parte de estas industrias, aunque también las hay en Salas y Valdés. Partiendo del hecho de que en todo el territorio no está implantada ninguna gran empresa, es preciso resaltar la importancia de la construcción. Asimismo, en el municipio de Tineo destacan las pequeñas industrias extractivas del carbón y una central térmica, junto con dos empresas de transformados lácteos de cierta relevancia en Salas y astilleros en Cudillero.
Los servicios constituyen un sector cada vez más importante en la economía de la comarca: comercio, transporte, servicios a la población, y cada vez más, el turismo, suponen cerca del 30% de los empleos de la zona.En este sentido destacan los municipios costeros de Cudillero y Valdés, centros de atracción turística, que cuentan con una adecuada oferta de alojamientos de todo tipo: hoteles, apartamentos, cámpings y casas de aldea. También en los municipios del interior se va desarrollando, paulatinamente, una infraestructura de turismo rural verdaderamente atractiva para el visitante y con un gran potencial
La vivienda y recogida de basuras
El censo de población y vivienda del año 2001 registró la existencia de más de medio millón de viviendas en el Principado, de las que tan sólo el 8,2% se localizaban en la Zona Occidental. La relación entre el número de viviendas y la superficie muestra cómo en Asturias había un promedio de 49,3 viviendas por cada km2, mientras que en occidente esta relación descendía hasta las 7,5. La causa de esa notable diferencia no sólo es la menor ocupación del la Zona occidental, sino también el predominio de la baja densidad de asentamientos, puesto que el número de núcleos de carácter semiurbanos es reducido (téngase en cuenta que las cifras hacen referencia a viviendas, no a edificios).
La mayor parte de los núcleos de población del occidente de Asturias cuentan con servicio de recogida de basuras, aunque en once de los cuarenta municipios que integran esta comarca aún hay aldeas que no disponían de este servicio básico. En concreto, el concejo donde la recogida de residuos era más deficitaria era en Allande, puesto que tan sólo un 36% de sus pueblos contaban con este servicio.
En general la recogida de basuras era más deficiente en los municipios del occidente interior que en el resto de Asturias, ya que a escala regional el acopio del residuos se realiza en más del 90% de los pueblos mientras que en los concejos de Villayón, Grandas de Salime, San Martín de Oscos, Cangas de Narcea e Ibias este servicio tan sólo se realiza en el 75 de sus entidades de población.
Si atendemos al porcentaje de viviendas que disponen de servicio de recogida de residuos se observa que, en consonancia con lo expuesto con anterioridad, la situación más deficitaria afecta nuevamente a los municipios del suroccidente. Cabe destacar que el servicio a las viviendas es mayor que si se contemplan los núcleos de población, lo que nos lleva a pensar que algunas de las aldeas sin servicio están formadas por brañas donde habitan los vaqueiros de alzada o por residencias de carácter temporal.
Agua y depuradoras
Mientras que en Asturias casi el 85% de los núcleos de población tienen suministro de agua, en la comarca occidental casi una cuarta parte de las aldeas carece de este servicio. Como ocurre en el caso del servicio de recogida de basuras, la disparidad disminuye cuando se toman como referencia las viviendas, puesto que tanto a escala regional, como comarcal el desabastecimiento es poco significativo, aunque nuevamente más acentuado en el occidente de Asturias.
La dispersión del poblamiento, así como la baja densidad de población en estos concejos, todos ellos interiores, hacen que las estaciones más adecuadas para este tipo de concejos sean de las denominadas como de bajo coste, ya que los vertidos producidos son reducidos, y por lo tanto no requieren de una elevada capacidad y poder de tratamiento, pero si de una elevada presencia en el territorio. Todo ello explica la ausencia en este tipo de municipios de grandes infraestructuras para la
depuración de las aguas, siendo por contra muy numerosas otras de menor complejidad, necesarias para cubrir la población diseminada.
El tipo de instalaciones depuradoras más numerosas son las fosas sépticas, que en este tipo de concejos acaparan el 83,5 % de las occidentales, las otras instalaciones mayoritarias son las denominadas como de decantador y filtro, que suponen el 80,3 % de las instalaciones de este tipo en el occidente, o las fosas sépticas con filtro, que aportan el 73,9% del sector.
Alumbrado público
Al igual que el abastecimiento de agua, el suministro eléctrico también tiene una amplia cobertura regional, y la mayor parte de los municipios del occidente asturiano están abastecidos satisfactoriamente. Solamente doce concejos tienen alguna entidad de población con suministro deficitario, aunque son poco numerosas; de hecho, Valdés y Cangas de Narcea son los municipios que presentan peor cobertura, aunque así todo el suministro llega a algo más del 80% de sus entidades de población siendo nuevamente deficitaria en las poblaciones donde habitan los vaqueiros de alzada.
Cabe señalar que los núcleos con suministro de electricidad deficitario se localizan en los municipios del interior (Cangas de Narcea, Allande, Tineo), debido al elevado costo que supone tender las líneas de tensión en los lugares menos accesibles y con bajas densidades de población siendo las poblaciones vaqueiras las más perjudicadas, incrementando asi las dificultades para salir adelante y potenciando aun mas las despoblación de las brañas.
Cuando lo que se considera es la calidad del abastecimiento, la situación es bien distinta. En este caso el aprovisionamiento en la costa es casi siempre satisfactorio mientras que en el interior es bastante deficitario. Así es, en la mayor parte de los concejos del suroccidente más del 25% de sus entidades de población disponen de un alumbrado público deficitario, dándose las situaciones más precarias en Santa Eulalia, donde se eleva hasta el 77% y en Allande, donde representan el 51%.
Centros educativos
De los 1.025 centros educativos que hay en Asturias menos de la cuarta parte están en la comarca occidental (en concreto el 21,1%). En los grados de infantil y primaria la relación existente entre el número de centros y el alumnado es mucho más baja que la registrada a escala regional, prácticamente hay la mitad de alumnos por centro, lo que esta generando erl cierre de muchos de ellos contribuyendo con esta errónea política a castigar aun más a una población cuya única salida actual es la emigración a otras zonas con mejores servicios públicos.
Para aprovechar los recursos existentes en muchas ocasiones se ha recurrido a concentrar toda la educación obligatoria en un mismo centro (en los colegios), mientras que institutos de enseñanza secundaria existentes, cuya capacidad era insuficiente para albergar el aumento de estudiantes que supuso la implantación del nuevo sistema de educativo, quedaron reservados para el Bachillerato. Por último la oferta en grados formativos superiores y de enseñanzas universitarias, es my exigua o inexistente en la zona.
Ha de considerarse también que si invertir en educación es invertir en el futuro, aplicar recursos en educación en el medio rural, es dar a ese medio mayores garantías de futuro. Y siendo ese el objetivo de la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, y de estas Directrices, debe plantearse que las dotaciones educativas no pasen forzosamente por el rasero de la cantidad de demanda ni por el criterio de la rentabilidad y menos con referencia a la educación obligatoria, a garantizar en las mejores condiciones posibles.
Considerando la escuela uno de los ejes fundamental del desarrollo de las comunidades rurales, su mantenimiento constituye una condición inexcusable para avanzar en la equidad territorial y en el desarrollo rural sostenible Para compensar las desigualdades por razón de ámbito territorial de residencia las administraciones públicas deben desarrollar acciones de carácter compensatorio, realizando esfuerzos especiales tanto en infraestructuras y equipamientos materiales como en recursos humanos. Con el convencimiento de que con la política educativa y las inversiones en educación como uno de los pilares del desarrollo rural, la perspectiva de tal desarrollo cuenta con mayores garantías de éxito.
En relación con lo anterior, el cierre de una escuela no debiera darse como irreversible y por ello no parece conveniente la desafectación de las edificaciones del uso para el que fueron levantadas salvo en los supuestos de que la imposibilidad de recuperar usuarios a corto, medio y largo plazo, resulte un hecho incuestionable; en este caso su mejor destino no es la venta, ni menos el derribo, sino una utilización nueva , de interés social, como es el uso a vivienda que se viene dando a algunas antiguas escuelas y otros que redunden igualmente en beneficio de la comunidad y del entorno.
Abastecimiento energetico y energias renovables
La Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales no detecta graves deficiencias en el suministro de energía a los núcleos rurales, resultaría aconsejable obtener los aportes que, en su caso, resulten necesarios, de sistemas basados en una descentralización energética con fuentes renovables, de escala doméstica o local. Se podría considerar de interés la localización en medio rural de esas instalaciones a los efectos de las subvenciones que se conceden dentro del Plan de Energías Renovables.
Las ayudas a la implantación de instalaciones de generación de energías renovables quedarán condicionadas a la previa adopción por el beneficiario de fórmulas o compromisos que permitan que los recursos económicos generados con la explotación repercutan y reviertan directamente en la propia zona rural de generación si bien en la realidad volovemos a constatar una deficitaria situación en las poblaciones vaqueiras en la alta montaña ya que ni hay ayudas alternativas para las energias renovables, ni suministro en condiciones en muchas de las brañas.
Se da la circunstancia de que es precisamente en el occidente de Asturias donde se concentra la instalación de parque eólicos cuya concentración genera impactos que resultan incompatibles con la “integridad y calidad del paisaje rural”, como bien y recurso a preservar (Ley 45/2007, artº 23 b), necesario para la recuperación del tejido social y económico de los pueblos. De ahí que resulte aconsejable realizar una evaluación que contemple el efecto de los parques eólicos sobre el desarrollo sostenible de las zonas rurales afectadas y que se reinvierta lsus beneficios en las brañas vaqueiras.
Según señala en las Directrices de Ordenación del Territorio de Asturias: “ La planificación del desarrollo regional considerará de modo prioritario la protección del medio ambiente, potenciando la instalación en el Principado de Asturias de las actividades no contaminantes o degradadoras de su paisaje y biodiversidad” y añade que “La protección y potenciación de los núcleos rurales existentes, como modo fundamental de asegurar la sostenibilidad del sistema territorial, evitando su expansión y ocupación indiscriminada hacia el suelo rústico, para lo cual serán fundamentales las políticas que potencien la rehabilitación del patrimonio ya construido”. Queda pues en la literatura de la norma, el flagrante incumplimiento de esta normativa habida cuenta de que las instalaciones de parques eólicos en las proximidades de las brañas vaqueiras no aportan beneficio económico alguno a las mismas y constituyen una degradación del paisaje natural dado su impacto ambiental y al tratarse de instalaciones industriales con advertencias por parte de las propias empresas instaladoras de su peligrosidad en las inmediaciones del parque.
Sorprende también que pese a que la Unión Europea determina las prioridades e incentivos para lasa poblaciones y territorios en alta montaña, que en el casdo que nos ocupa beneficiaria cflaramente a las brañas vaqueiras, sin embargo, digo que la ausencia de iniciativas y el desprovechamiento de estas ayudas constituyen una oportunidad perdida. De hecho, los Reales Decretos de Delimitación de Zonas de Promoción Económica de Incentivos Regionales desde su entrada en vigor en marzo de 2008, determinan qué zonas son las que reciben los incentivos regionales, incluyendo también las eventuales zonas prioritarias que se establezcan dentro de cada zona de promoción. A los proyectos que se presenten localizados en estas zonas se les aplicará unos porcentajes más favorables en la valoración, a igualdad de condiciones frente a otras localizaciones pero en el caso de las brañas vaqueiras brillan por su ausencia.